Boletín informativo de la Dra. Lindsey n.° 38: Mi meticuloso enfoque en los estiramientos faciales

5 elementos clave de mi meticuloso enfoque en los estiramientos faciales

1. La piel debe elevarse hasta donde lo dicte la anatomía. En mis manos, la papada del paciente dictará mi plan quirúrgico y determinará hasta dónde elevo la piel y la capa de grasa subcutánea muy delicada que se encuentra justo debajo de la piel.
2. El SMAS (sistema musculoaponeurótico superficial) es una capa de tejido crucial que se encuentra debajo de la piel y que es la capa de resistencia del estiramiento facial moderno. Utilizo una variedad de técnicas para levantar el SMAS y suturarlo en su lugar. Esto da como resultado un estiramiento facial más natural y duradero. 
3. El plano: en mis manos, disecciono profundamente el SMAS (el clásico estiramiento facial de plano profundo) o, dependiendo de la integridad de los tejidos, adapto mi técnica a los tejidos con los que estoy trabajando y mantengo mi disección superficial al SMAS. Mis estiramientos faciales suelen ser una combinación de disección superficial y profunda. Los factores que pueden influir en esto incluyen la anatomía del paciente, cirugías previas y procedimientos previos que incluyen dispositivos inyectables y de suministro de calor como la microaguja de radiofrecuencia.
4. Injerto de grasa: hay muchos casos en los que es necesario aumentar el volumen para completar el rejuvenecimiento facial. Un análisis facial minucioso y el injerto de grasa pueden ser la diferencia entre un buen resultado y un resultado fantástico. Esta es una decisión que tomo caso por caso. 
5. Drenajes: algunos cirujanos aseguran que se necesitan solo por una noche, otros aseguran que se necesitan por varios días. Instruyo a cada paciente sobre los riesgos y beneficios y decido caso por caso cuánto tiempo conservará los drenajes. Esta decisión se toma en el quirófano durante la cirugía porque se adapta a sus necesidades específicas.

Tal vez lo más importante que se debe buscar en un cirujano es que su técnica sea minuciosa y reflexiva. No se busca un cirujano apresurado ni un ególatra. Elija un cirujano que escuche, eduque y analice las expectativas de los resultados durante la consulta. 

Como siempre, debemos elegir cómo envejecemos, ¡en nuestros propios términos!